Nintendo DS recibirá en menos de una semana uno de los título considerados como auténticos exponentes del mercado japonés. Con bastantes años a sus espaldas y un más que correcto número de seguidores en todo el mundo, la franquicia más conocida de Natsune y Marvelous Entertainment llega a nuestro país dispuesta a acaparar todos los píxeles de las dos pantallas de nuestras portátiles.
Hablar de Harvest Moon es hablar de trabajo duro. A pesar de que las labores del campo pueden quedar más o menos lejanas a nuestros ojos urbanos, todos podemos imaginar sin mucha dificultad este tipo de situaciones en las que debemos trabajar de sol a sombra sin descanso para mantener nuestras granjas y plantaciones. Herramientas de labranza, sistemas de riego, cuidado de animales, pero sobre todo, intensos y poco apetecibles madrugones.
En el campo no hay tregua. A las seis de la mañana resuena un despertador natural entonado por el sonido del gallo. Una vez en pie, y tras asearnos y vestirnos con ropas apropiadas, abandonamos nuestra casa para adentrarnos de lleno en el trabajo. Tras una simple panorámica de nuestro vasto terreno descubriremos que nos espera un interesante día de trabajo.
Y Harvest Moon es todo esto y mucho más. No se trata de un simulador social más, sino de un juego que destaca especialmente por su originalidad. Y es que convertirnos en granjeros por unos días sin la necesidad de desplazarnos fuera de casa no tiene precio. Un juego de éxito en tierras niponas, un título con nombre propio que llega a Europa con el objetivo de enganchar a miles de granjeros en potencia.
Tras una decena de títulos repartidos entre plataformas portátiles y de sobremesa, incluyendo una sobresaliente secuela para Game Boy Advance, Harvest Moon toma nuestras portátiles intentando aprovechar todo el potencial jugable de la consola de Nintendo. Si lo más cerca que has estado del campo han sido las películas y siempre has querido montar tu propio corral, prepárate para sufrir y disfrutar como un enano con esta granja virtual
El pasado verano tocó mundial de fútbol y como siempre vimos caer a nuestra selección en cuartos de final aunque algo más alegrados gracias a la auténtica canción del verano entonada por el artista fugaz "El Koala". Ahora, aquellos padres que sufrieron más con sus hijos tarareando el estribillo de la canción que con el fracaso de la selección -cuando uno se acostumbra...-, tienen la posibilidad de cerrar bocas regalando este videojuego.
Y no sólo un corral, sino una granja al completo con todos sus animalitos. En Harvest Moon DS nos convertiremos en un pequeño granjero que deberá salvaguardar la calidad de sus productos frutale y animales. Tu objetivo principal como buen agricultor o ganadero es preparar productos sobresalientes que tengan salida en el mercado. ¿Cómo lo haremos? La respuesta es sencilla.
La mecánica de juego de Harvest Moon DS recuerda en cierto modo al impecable Animal Crossing de Nintendo. En esencia, pero siempre salvando las distancias, son juegos muy similares que emplean una misma dinámica jugable: con un avatar virtual tendremos que sobrevivir a todo tipo de situaciones, aunque en esta ocasión nuestras acciones girarán en torno a la granja y el pueblo de Mineral Town. El primer parecido más reseñable es la variedad de situaciones posibles. A los cambios climáticos y de estaciones, con ciclos de lluvias, sol y temporales que pueden destrozar nuestra cosecha, hay que sumar las reacciones de nuestros vecinos agricultores.
No todo iba a ser campo y maíz. Aquí hay que trabajar duro con los vecinos para mantener buenas relaciones y cumplir todo tipo de objetivos. Pero entre tanto trabajo siempre habrá tiempo para el ocio que visitará el pueblo en forma de ferias y concursos de animales en los que podrás participar. Cada vez que uno de estos eventos se aproxime, uno de tus vecinos en el papel de coordinador realizará una visita a tu granja para animarte a participar.
La vida agricola se hace mucho más apetecible cuando estás rodeado de buena gente. Así, el pueblo contará con un supermercado en el que comprar semillas, alimento para nuestro personaje y todo tipo de artilugios. También podremos acercarnos al bar y visitar las casas de los vecinos llegando incluso a enamorar a alguna de las señoritas del pueblo. En el terreno de la simulación social, Harvest Moon DS cumple con su cometido.
Sin embargo, lo verdaderamente interesante se encuentra en las labores agrícolas. En este sentido, las posibilidades de juego son, como era de esperar, casi ilimitadas. El jugador podrá configurar el terreno de su granja con total libertad, eligiendo qué tipo de frutos plantar, cómo organizar las plantaciones, qué animales albergará, en qué tipo de corrales, con qué material estarán construidos, etc. En definitiva, una libertad de movimiento que ofrece un notable surtido de horas de juego.
Harvest Moon DS no destaca por ser un juego con un nivel de dificultad facilón. Para mantener una estabilidad en la granja hay que organizar tareas de la mejor manera posible, especialmente en los primeros pasos de la partida. Tras una breve introdución, bautizaremos al personaje, a nuestra granja y a nuestros dos animales de compañía, un gato y un perro. Después de conocer a algunos de los personajes del pueblo, comenzaremos a dar nuestros primeros pasos por el terreno. En este punto es extremadamente recomendable prestar atención a los tutoriales que nos enseñarán los principios básicos.
El siguiente paso será estudiar el calendario para conocer el período estacional en el que nos encontramos. Cada estación durará aproximadamente treinta días virtuales y contará con un número determinado de frutas y hortalizas compatibles. Así, si dedicamos nuestra huerta a la producción de maíz en invierno veremos cómo toda la cosecha se echa a perder. Una vez que tengamos claro qué queremos plantar debemos conseguir un buen saco de semillas. Para ello, basta con dirigirse a la tienda para adquirirlas in situ o utilizar el teléfono de la casa para realizar el pedido.
Con las semillas en el inventario, salimos a nuestro terreno y comenzamos a trabajar. En primer lugar hay que acondicionar el terreno. Para ello, tendremos que acabar con todo tipo de rocas, plantas y trozos de madera que impiden la plantación, elementos que siempre podrás reutilizar en la construcción de futuros edificios. Después de esta tarea, tomamos la herramienta para aplanar terreno y la empleamos para hacer hueco a las semillas que posteriormente crecerán en la parcela. Una vez hecho esto utilizamos la regadera para fortalecer al fruto recién plantado y listo; ahora sólo toca mantener un cuidado diario y esperar unos días que variarán en función del tipo de semilla.
Tras unos cuantas jornadas de cuidado intensivo, y si las inclemencias del tiempo lo han permitido, las semillas comenzarán a dar los primeros frutos. Llegados a este punto, sólo queda recolectar el material para depositarlo en la caja de caudales y ganar una buena cantidad de dinero, dependiendo eso sí, de la calidad de la cosecha. También cabe la posibilidad de almacenar estos frutos de la tierra para nuestro propio consumo en la cocina
La producción y el mantenimiento de animales será sustancialmente más costosa para el bolsillo, aunque también reportará notables beneficios. En primer lugar, necesitarás construir los edificios necesarios para dar cobijo a los animalitos para lo que tenemos dos opciones que desembocan en un mismo camino. El constructor del pueblo nos concederá dos tipos de presupuestos; uno incluyendo los materiales de construcción, piedra y madera principalmente, y otro excluyéndolos. El primero, como es obvio, será más daniño para la cartera. La segunda opción, recolectar el material por medios propios -cortando árboles o picando piedra por el pueblo, por ejemplo- será infinitamente más económica, pero también mucho más laboriosa. Ya con el edificio construido, además de rezar para que se mantenga en pie, tendrás que comprar los animalitos y prerpararte para darles todo tipo de cuidados y cariños.
Todo este trabajo ocupará días y días enteros a nuestro personaje, que obligatoriamente tendrá que parar a descansar para no acabar exhausto desmayándose en el suelo. No obstante, para facilitarnos un poco más las tareas, siempre podremos comprar nuevas herramientas y mejorar las propias.
Además de los tutoriales disponibles en nuestro propio hogar, siempre contaremos con la ayuda de los conocidos "sprites", unos pequeños duendecillos de pelo alborotado que nos darán todo tipo de indicaciones. Desde conocer el pronóstico del tiempo hasta saber el estado de la cosecha. Y para darle un poco de color al asunto y por qué no, desahogarnos un poco del trabajo, estos simpáticos tipos pondrán a tu disposición un original casino con algún que otro minijuego.
Pero no todo será de color de rosa en esta primera incursión de Harvest Moon en Nintendo DS. Cuando fue oficialmente anunciado el título, la cosa se presentaba bastante prometedora dadas las capacidades jugables de la portátil, pero tras haber jugado bastantes horas a la versión final, tenemos que afirmar que el experimento no ha salido tan bien como esperábamos. Si bien es cierto que esta entrega sigue apostando por la jugabilidad, no podemos negar que cuenta con algunas pegas notables.
Por un lado tenemos el sistema de control táctil, llevado a cabo de una manera insuficiente y casi anecdótica. El manejo del personaje puede realizarse a través del modo clásico o empleando la pantalla táctil a través de un panel de control visual, es decir, en la zona superior de la pantalla táctil aparecerán la cruceta y los botones de selección. Así, tendremos que golpear con el lápiz el botón deseado para ejecutar cada movimiento, acción lo suficientemente tediosa como para prescindir de este sistema a los cinco minutos de juego. No obstante, no podemos negar que el sistema de menús y la distribución de los objetos en el inventario sí que han ganado muchos enteros con respecto a las versiones anteriores gracias a las opciones que brinda la pantalla táctil.
Pero la mayor lacra presente en este título es su extremado parecido con el juego lanzado para Game Boy Advance hace casi tres años. El jugador se encontrará con los mismos objetos y personajes, una dinámica de juego muy similar, pero sobre todo, lo más irritante, los mismo gráficos. A pesar de cumplir con su cometido, el motor gráfico en dos dimensiones es excesivamente simple en determinadas ocasiones. Y no estamos pidiendo un engine en tres dimensiones de nueva generación, sino un poco de más detalle y cuidado a la hora de desarrollar ciertos entornos.
No son pocos los jugadores que esperan con ansias e ilusión la llegada de este juego a Nintendo DS. Sin embargo, no podemos negar que el juego de Natsume no ha superado las expectativas. A pesar de que toda la jugabilidad característica de la franquicia ha sido llevada a la portátil con acierto, no son pocas las pegas que impiden que Harvest Moon DS se haga un hueco entre los grandes.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el sistema de control táctil implementado deja mucho que desear a la hora de controlar las acciones de nuestro personaje. Salvo algún que otro minijuego y la disposición del inventario, poco uso útil daremos a la pantalla táctil. Toda una pena. Por otro lado, el casi nulo salto gráfico, la ausencia de novedades y el reciclado de muchos objetos y personajes presentes en Harvest Moon: Friends of Mineral Town para GBA denotan falta de innovación por parte de la desarrolladora. Esperemos que en la próxima entrega sepan reparar los errores cometidos para ofrecer una experiencia de juego completamente nueva en esta excelente y adictiva franquicia.
Bye
Hablar de Harvest Moon es hablar de trabajo duro. A pesar de que las labores del campo pueden quedar más o menos lejanas a nuestros ojos urbanos, todos podemos imaginar sin mucha dificultad este tipo de situaciones en las que debemos trabajar de sol a sombra sin descanso para mantener nuestras granjas y plantaciones. Herramientas de labranza, sistemas de riego, cuidado de animales, pero sobre todo, intensos y poco apetecibles madrugones.
En el campo no hay tregua. A las seis de la mañana resuena un despertador natural entonado por el sonido del gallo. Una vez en pie, y tras asearnos y vestirnos con ropas apropiadas, abandonamos nuestra casa para adentrarnos de lleno en el trabajo. Tras una simple panorámica de nuestro vasto terreno descubriremos que nos espera un interesante día de trabajo.
Y Harvest Moon es todo esto y mucho más. No se trata de un simulador social más, sino de un juego que destaca especialmente por su originalidad. Y es que convertirnos en granjeros por unos días sin la necesidad de desplazarnos fuera de casa no tiene precio. Un juego de éxito en tierras niponas, un título con nombre propio que llega a Europa con el objetivo de enganchar a miles de granjeros en potencia.
Tras una decena de títulos repartidos entre plataformas portátiles y de sobremesa, incluyendo una sobresaliente secuela para Game Boy Advance, Harvest Moon toma nuestras portátiles intentando aprovechar todo el potencial jugable de la consola de Nintendo. Si lo más cerca que has estado del campo han sido las películas y siempre has querido montar tu propio corral, prepárate para sufrir y disfrutar como un enano con esta granja virtual
El pasado verano tocó mundial de fútbol y como siempre vimos caer a nuestra selección en cuartos de final aunque algo más alegrados gracias a la auténtica canción del verano entonada por el artista fugaz "El Koala". Ahora, aquellos padres que sufrieron más con sus hijos tarareando el estribillo de la canción que con el fracaso de la selección -cuando uno se acostumbra...-, tienen la posibilidad de cerrar bocas regalando este videojuego.
Y no sólo un corral, sino una granja al completo con todos sus animalitos. En Harvest Moon DS nos convertiremos en un pequeño granjero que deberá salvaguardar la calidad de sus productos frutale y animales. Tu objetivo principal como buen agricultor o ganadero es preparar productos sobresalientes que tengan salida en el mercado. ¿Cómo lo haremos? La respuesta es sencilla.
La mecánica de juego de Harvest Moon DS recuerda en cierto modo al impecable Animal Crossing de Nintendo. En esencia, pero siempre salvando las distancias, son juegos muy similares que emplean una misma dinámica jugable: con un avatar virtual tendremos que sobrevivir a todo tipo de situaciones, aunque en esta ocasión nuestras acciones girarán en torno a la granja y el pueblo de Mineral Town. El primer parecido más reseñable es la variedad de situaciones posibles. A los cambios climáticos y de estaciones, con ciclos de lluvias, sol y temporales que pueden destrozar nuestra cosecha, hay que sumar las reacciones de nuestros vecinos agricultores.
No todo iba a ser campo y maíz. Aquí hay que trabajar duro con los vecinos para mantener buenas relaciones y cumplir todo tipo de objetivos. Pero entre tanto trabajo siempre habrá tiempo para el ocio que visitará el pueblo en forma de ferias y concursos de animales en los que podrás participar. Cada vez que uno de estos eventos se aproxime, uno de tus vecinos en el papel de coordinador realizará una visita a tu granja para animarte a participar.
La vida agricola se hace mucho más apetecible cuando estás rodeado de buena gente. Así, el pueblo contará con un supermercado en el que comprar semillas, alimento para nuestro personaje y todo tipo de artilugios. También podremos acercarnos al bar y visitar las casas de los vecinos llegando incluso a enamorar a alguna de las señoritas del pueblo. En el terreno de la simulación social, Harvest Moon DS cumple con su cometido.
Sin embargo, lo verdaderamente interesante se encuentra en las labores agrícolas. En este sentido, las posibilidades de juego son, como era de esperar, casi ilimitadas. El jugador podrá configurar el terreno de su granja con total libertad, eligiendo qué tipo de frutos plantar, cómo organizar las plantaciones, qué animales albergará, en qué tipo de corrales, con qué material estarán construidos, etc. En definitiva, una libertad de movimiento que ofrece un notable surtido de horas de juego.
Harvest Moon DS no destaca por ser un juego con un nivel de dificultad facilón. Para mantener una estabilidad en la granja hay que organizar tareas de la mejor manera posible, especialmente en los primeros pasos de la partida. Tras una breve introdución, bautizaremos al personaje, a nuestra granja y a nuestros dos animales de compañía, un gato y un perro. Después de conocer a algunos de los personajes del pueblo, comenzaremos a dar nuestros primeros pasos por el terreno. En este punto es extremadamente recomendable prestar atención a los tutoriales que nos enseñarán los principios básicos.
El siguiente paso será estudiar el calendario para conocer el período estacional en el que nos encontramos. Cada estación durará aproximadamente treinta días virtuales y contará con un número determinado de frutas y hortalizas compatibles. Así, si dedicamos nuestra huerta a la producción de maíz en invierno veremos cómo toda la cosecha se echa a perder. Una vez que tengamos claro qué queremos plantar debemos conseguir un buen saco de semillas. Para ello, basta con dirigirse a la tienda para adquirirlas in situ o utilizar el teléfono de la casa para realizar el pedido.
Con las semillas en el inventario, salimos a nuestro terreno y comenzamos a trabajar. En primer lugar hay que acondicionar el terreno. Para ello, tendremos que acabar con todo tipo de rocas, plantas y trozos de madera que impiden la plantación, elementos que siempre podrás reutilizar en la construcción de futuros edificios. Después de esta tarea, tomamos la herramienta para aplanar terreno y la empleamos para hacer hueco a las semillas que posteriormente crecerán en la parcela. Una vez hecho esto utilizamos la regadera para fortalecer al fruto recién plantado y listo; ahora sólo toca mantener un cuidado diario y esperar unos días que variarán en función del tipo de semilla.
Tras unos cuantas jornadas de cuidado intensivo, y si las inclemencias del tiempo lo han permitido, las semillas comenzarán a dar los primeros frutos. Llegados a este punto, sólo queda recolectar el material para depositarlo en la caja de caudales y ganar una buena cantidad de dinero, dependiendo eso sí, de la calidad de la cosecha. También cabe la posibilidad de almacenar estos frutos de la tierra para nuestro propio consumo en la cocina
La producción y el mantenimiento de animales será sustancialmente más costosa para el bolsillo, aunque también reportará notables beneficios. En primer lugar, necesitarás construir los edificios necesarios para dar cobijo a los animalitos para lo que tenemos dos opciones que desembocan en un mismo camino. El constructor del pueblo nos concederá dos tipos de presupuestos; uno incluyendo los materiales de construcción, piedra y madera principalmente, y otro excluyéndolos. El primero, como es obvio, será más daniño para la cartera. La segunda opción, recolectar el material por medios propios -cortando árboles o picando piedra por el pueblo, por ejemplo- será infinitamente más económica, pero también mucho más laboriosa. Ya con el edificio construido, además de rezar para que se mantenga en pie, tendrás que comprar los animalitos y prerpararte para darles todo tipo de cuidados y cariños.
Todo este trabajo ocupará días y días enteros a nuestro personaje, que obligatoriamente tendrá que parar a descansar para no acabar exhausto desmayándose en el suelo. No obstante, para facilitarnos un poco más las tareas, siempre podremos comprar nuevas herramientas y mejorar las propias.
Además de los tutoriales disponibles en nuestro propio hogar, siempre contaremos con la ayuda de los conocidos "sprites", unos pequeños duendecillos de pelo alborotado que nos darán todo tipo de indicaciones. Desde conocer el pronóstico del tiempo hasta saber el estado de la cosecha. Y para darle un poco de color al asunto y por qué no, desahogarnos un poco del trabajo, estos simpáticos tipos pondrán a tu disposición un original casino con algún que otro minijuego.
Pero no todo será de color de rosa en esta primera incursión de Harvest Moon en Nintendo DS. Cuando fue oficialmente anunciado el título, la cosa se presentaba bastante prometedora dadas las capacidades jugables de la portátil, pero tras haber jugado bastantes horas a la versión final, tenemos que afirmar que el experimento no ha salido tan bien como esperábamos. Si bien es cierto que esta entrega sigue apostando por la jugabilidad, no podemos negar que cuenta con algunas pegas notables.
Por un lado tenemos el sistema de control táctil, llevado a cabo de una manera insuficiente y casi anecdótica. El manejo del personaje puede realizarse a través del modo clásico o empleando la pantalla táctil a través de un panel de control visual, es decir, en la zona superior de la pantalla táctil aparecerán la cruceta y los botones de selección. Así, tendremos que golpear con el lápiz el botón deseado para ejecutar cada movimiento, acción lo suficientemente tediosa como para prescindir de este sistema a los cinco minutos de juego. No obstante, no podemos negar que el sistema de menús y la distribución de los objetos en el inventario sí que han ganado muchos enteros con respecto a las versiones anteriores gracias a las opciones que brinda la pantalla táctil.
Pero la mayor lacra presente en este título es su extremado parecido con el juego lanzado para Game Boy Advance hace casi tres años. El jugador se encontrará con los mismos objetos y personajes, una dinámica de juego muy similar, pero sobre todo, lo más irritante, los mismo gráficos. A pesar de cumplir con su cometido, el motor gráfico en dos dimensiones es excesivamente simple en determinadas ocasiones. Y no estamos pidiendo un engine en tres dimensiones de nueva generación, sino un poco de más detalle y cuidado a la hora de desarrollar ciertos entornos.
No son pocos los jugadores que esperan con ansias e ilusión la llegada de este juego a Nintendo DS. Sin embargo, no podemos negar que el juego de Natsume no ha superado las expectativas. A pesar de que toda la jugabilidad característica de la franquicia ha sido llevada a la portátil con acierto, no son pocas las pegas que impiden que Harvest Moon DS se haga un hueco entre los grandes.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el sistema de control táctil implementado deja mucho que desear a la hora de controlar las acciones de nuestro personaje. Salvo algún que otro minijuego y la disposición del inventario, poco uso útil daremos a la pantalla táctil. Toda una pena. Por otro lado, el casi nulo salto gráfico, la ausencia de novedades y el reciclado de muchos objetos y personajes presentes en Harvest Moon: Friends of Mineral Town para GBA denotan falta de innovación por parte de la desarrolladora. Esperemos que en la próxima entrega sepan reparar los errores cometidos para ofrecer una experiencia de juego completamente nueva en esta excelente y adictiva franquicia.
Bye
Dom Mar 07, 2010 3:45 pm por jack-hm
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Miér Feb 24, 2010 5:20 pm por Shadow_11
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Mar Feb 23, 2010 10:16 pm por jack-hm
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Mar Feb 23, 2010 7:37 pm por Shadow_11
» Hotel - aura =)
Mar Feb 23, 2010 5:45 pm por Shadow_11
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Mar Feb 23, 2010 4:53 pm por ...-·Aurithaa·-...
» Campamento !!!
Dom Feb 21, 2010 2:48 am por jack-hm
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Sáb Feb 20, 2010 6:02 pm por Xx_-Karen-_xX
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Sáb Feb 20, 2010 3:47 pm por Shadow_11